Tuesday, November 25, 2008

Parque Nacional de Chitwan

Este parque natural se encuentra en la región del Terai, situada al sur de Nepal y hace frontera con India, es por ello la región más visitada del país.

Según la historia es aquí donde tuvo lugar el nacimiento de Buda. Tiene una extensión de 932 kilómetros cuadrados de bosques de árboles de sal, pantanos y extensos prados en los que hay poblaciones de tigres, rinocerontes, leopardos, elefantes, monos, ciervos, hienas, cocodrilos…. Chitwan fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco en 1984. La caza furtiva desgraciadamente, es su principal amenaza.

Llegamos a Sauraha Chowk en lo alto de un autobús, puesto que no quedaban asientos disponibles y la experiencia fue muy satisfactoria, ya que viajamos disfrutando del “aire acondicionado de los dioses” y con la emoción de salir vivos de dicha aventura. Con nosotros viajó un americano que llevaba recorriendo mundo desde que su empresa le puso de patitas en la calle hará ya más de ocho meses.

Una vez en la “ciudad” esperamos por nuestro “taxi” que nos llevaría al hotel al mismo tiempo que fuimos testigos de un atropello de un hombre que intentaba cruzar la calle. Al rescate salieron las enfermeras españolas Rocío y Pachi sin poder hacer nada por el hombre, ya que el mismo vehículo que lo atropelló se lo llevó al “hospital”. No sabemos la suerte que tuvo el pobre.

En nuestro modesto hotel fuimos recibidos por una simpática y paciente holandesa, que no tardó en prepararnos la agenda de nuestra visita. Así que tras una ducha fuimos al centro de cría de elefantes acompañados por el que iba a ser nuestro guía, Cris, en todas nuestras restantes rutas.

A la vuelta cruzamos el río a pie sin saber si íbamos a ser mordidos por un cocodrilo….

Después de la cena fuimos a ver el espectáculo por excelencia. El baile del pueblo Tharu que podéis ver aquí. Este baile nació por la necesidad de ahuyentar a los animales salvajes con el sonido de los palos.

Una vez allí coincidimos con el americano y le invitamos a nuestro hotel a tomar unas cervezas y que nos contara de su gran experiencia aventurera.

A la mañana siguiente nos levantamos, cogimos una canoa con el amanecer. Vimos un rinoceronte cruzar el río y varios cocodrilos que parecían palos en la orilla.

Fue muy emocionante comenzar nuestro paseo por la jungla después de escuchar a Cris las advertencias y las precauciones que debíamos tener. Siempre andábamos con un Cris delante y otro guía detrás que nos cubría la espalda no fuéramos a ser atacados por algún rino o un tigre. En nuestro paseo no vimos ningún tigre ni ningún rino pero si unos monos jugar libremente en la copa de un árbol.

Nuestra ruta terminó con una ducha refrescante montadas en lo alto de un elefante. Aunque a lo primero fue difícil conseguir subirnos (casi a Pachi se la lleva la corriente….) nos divertimos un montón.

Por la tarde de nuevo más elefantes, pero esta vez subidos los 4 en su lomo y dirijidos por un guía. En nuestro safari con el elefante pudimos ver rinocerontes desde lo alto sin asustarnos.

Por la tarde yo me separé del grupo porque me fui con Cris a pasar la noche en mitad de la jungla.

Esta torre tiene tres habitaciones con “camas” para disfrutar de la música nocturna de la jungla que estuvo acompañada de rinocerontes, ciervos y emocionantes historias. Cris me contó como en uno de sus paseos campestres fue atacado por un oso dejándole una cicatriz en la muñeca. También me contó que el lugar en el que estábamos era el elegido por un leopardo en algunas noches. ¡Pena que no vimos ninguno!

A la mañana siguiente nos despedimos con tristeza de este lugar y más sabiendo que nos quedaban más de 5 horas de viaje hasta llegar de nuevo a Katmandu.

2 comments:

Antonio Illán said...

Toda esta narración debes escribirla en un texto seguido de word. Es muy interesante. Quiero leerla seguida y por su orden natural.
Un saludo toledano

Antonio Illán said...

Estupendo el viaje a suiza y a Jordania. Bien ilustrado.
Además de contar, debes también a veces describir más detalles. Es todo muy interesante y está bien narrado.
Sigue, que así recorremos mundo los que lo hacemos desde la virtualidad del ornador.